Hemos
 sido condenados a tontera perpetua. Este lugar infrahumano es el infierno,
 gobernado por el príncipe
 de este mundo. Arrastrando la maldición de nuestro infantilismo
 y puerilidad hemos venido a parar a este pestilente sitio. La mansión
 de Satán, como un barco que se hunde. De la que debemos evadirnos
 inmediatamente. ¡Sálvese quien pueda!
 
 
  |