PRESENCIA VIVA DE LA CÁBALA II
LA CÁBALA CRISTIANA

FEDERICO GONZALEZ - MIREIA VALLS

CAPITULO V
LA CABALA EN ALEMANIA (3)

Paracelso (continuación)
De más está decir que para Teofrasto los soportes con los que se maneja en su quehacer cotidiano son los símbolos, tanto los de orden natural (piedras, metales, hierbas, animales) como los más sintéticos, cual el número, la letra, las palabras, las figuras geométricas, etc., o sea las herramientas de trabajo de los magos que viven inmersos en el gran laboratorio del mundo. Pero advierte, refiriéndose aquí sí directamente a algunos de los poderosos signos de los cabalistas aplicados a la medicina, y que él parece muy bien conocer:324

Es preciso no creer en todos los caracteres ni en todas las palabras. Los nigromantes, en efecto, y los poetas, que se ocuparon de ellos no hicieron más que escribir fábulas y ficciones, sobremanera perjudiciales. Y tienen la costumbre de decir: Yo, adepto, admiro en secreto los caracteres y palabras que tú ciertamente no conoces. Así ocultan muy cuidadosamente unos caracteres y unas palabras que no son más que producto de su imaginación. Importa sobre todo saber reconocer las palabras adecuadas, algunas de las cuales no pueden ser traducidas, porque no tienen en absoluto correspondencia en los idiomas extranjeros.

Yo no voy a tratar aquí más que de dos pentáculos que son mucho más poderosos que los demás pentáculos, caracteres y sellos.

El primero se compone de dos triángulos, colocados uno sobre otro, de forma que constituyen siete espacios y presentan seis ángulos exteriores; en estos seis ángulos se escriben las letras del nombre muy noble del Dios Adonai. He aquí el primer pentáculo. El segundo es mucho mejor, posee una virtud mucho más eficaz. Tres ángulos están entrelazados de forma que constituyen seis espacios y presentan cinco ángulos exteriores; en estos ángulos se escriben las muy poderosas y nobles sílabas del nombre divino Tetragrammathon, en el orden querido. Los israelitas y los nigromantes judíos se sirven con frecuencia de estos pentáculos tan poderosos que pueden combatir a los espíritus, al diablo, los maleficios, las obras mágicas, los hechiceros, mejor que todos los demás pentáculos reunidos; ellos liberan a las personas forzadas por encantamiento, de actuar contra su voluntad y su naturaleza o que sientan dolores durante determinados días o a ciertas horas: Estos dos pentáculos pueden servir contra los espíritus que habitan los cuatro elementos.

Se me puede objetar que yo violo el tercer mandamiento de Dios: No te servirás del nombre de Dios para hacer cosas fútiles. ¿Quién podría decir sinceramente que yo me sirvo del nombre de Dios a la ligera o con un objetivo malvado, que yo ofendo a Dios, ya que no abuso de su nombre de la forma en que lo hacen los magos, yo no lo pronuncio más que en las grandes calamidades y cuando ya no existe esperanza?

Estrella de david
ynwd) *
Pentagrama
hwhy
pantáculo Sello de Salomón

Como podemos contemplar, geometría, letras y números se entrelazan poderosamente, y eludiendo cualquier superstición, son vías directas para identificarse con las energías que vehiculan. Con el fin de ofrecer más elementos para la meditación y el tejido de correspondencias, hemos agregado este último símbolo que sintetiza sobre el Sello de Salomón el valor numérico (26) del Nombre impronunciable hwhy de tal manera que la suma de las cifras situadas sobre cualquier lado de los dos triángulos da 26, al igual que la de los vértices; y la del hexágono interior 52, que es el doble de 26, lo que lo dota de una fuerza teúrgica extraordinaria.

Pasemos por último a otra forma de transmisión explorada por este hombre tan rico en recursos. Teofrasto diseñó un extraño libro titulado Las profecías o pronósticos de Paracelso325 en el que presenta 32 grabados acompañados de unos epigramas, que son otra referencia encubierta a la Cábala326 y al recorrido del alma por las misteriosas esferas y senderos del Arbol, en este caso representadas a través de las ilustraciones y sus comentarios.

Además, Paracelso los presenta como escenas de la situación caída del mundo y de lo que ha de acontecer, haciendo gala en cierta manera de un conocimiento de la doctrina de los ciclos cósmicos. En el prólogo, tras referirse a la unidad de la que todo emana y a la que todo finalmente retorna, dice:

Así, aquí hay 32 símbolos de lo que tiene que suceder. Puede ser que no vuelen a mucha altura, pero caerán en el tiempo en que han de producirse.

Han sido aportados con toda humildad, pero su curso se ha de hacer a través de gran miseria. Porque de la misma forma que una serpiente, ellos han de moverse hasta que llegue el final.

¿Pero, quién nos agravaría consecuentemente, cómo podríamos obtener la salvación de toda arrogancia y orgullo?

¿Quién no se regocijará de que una vez más el Uno será el Pastor y en el Uno se edifique nuestra habitación?

¿Qué paz existirá cuando no haya necesidad de contar, ni de los números?

Entonces será cuando el precioso ungüento será derramado sobre las barbas de Aarón, trayendo las bendiciones de lo alto. Entonces vendrán las bendiciones salidas de Dios.327

Para acercarnos a la intelección o vivencia de esta poética que nos afecta directamente, mejor hacerlo con el candor de un niño que con la pesada y ciega programación del adulto. Ofrecemos tres de estas figuras; en primer lugar la veintiséis, número como hemos visto sacratísimo para los hebreos, como para los cristianos es el 33, en realidad impronunciables por referirse a aquello que ya no puede ser designado por palabra alguna.

La sibila ha estado pendiente de ti cuando colocó la "F" y ahora, muy correctamente, estás colocado en la rosa;328 porque está maduro y el tiempo te ha traído. Cuanto la sibila dijo de ti se cumplirá e incluso más aún se dirá de ti. El verano que trae las rosas es lo contrario del tiempo en el que todas las cosas han de dividirse; ésta es una indicación de que el hombre ha sido edificado sobre la arena. Este debe pasar y tú te asentarás en la roca, de forma que muchos quedarán confundidos. Porque cuando llegue el tiempo, también vendrá aquello que es la causa de que el tiempo haya llegado.

figura 26 Paracelso

Porque el Sol iluminará al que ha de ser juez de sí mismo.329

Y ahora la figura treinta y una:

Se producirá tal renovación y cambio, que serán como niños que nada conocen de la astucia y las intrigas de los adultos. Esto sucederá cuando ellos cuenten LX, un poco menos, pero no más. Por consiguiente, sería bueno que recordáramos que el paso del tiempo parece ser muy largo, cuando se mide en relación con la vida del hombre, pero, que resulta muy corto cuando lo observamos y consideramos en sí mismo. Porque se producirán tantas cosas que caerán y que serán derrocadas, con un león rugiente y poderoso, como hace mucho no se había desarrollado, esto no puede realizarse en un momento. Pero se podrá hacer con él mismo lo que con un niño pequeño, porque el conocimiento humano sólo produce desasosiego y pesadumbre.

figura 31 Paracelso

Y como los niños, sin astucia ni engaño, aparecerán ellos.330

Para adentrarse finalmente en esta atmósfera atemporal, un estado que roza lo inmutable, la Paz eterna a la que remite la figura treinta y dos:

Tú has sufrido grandes calamidades, consecuentemente no será hasta después de tu trabajo del día, cuando encontrarás descanso y reposo. Bendito sea el que nace durante el sueño, él no conocerá el mal. Pero tú te has purificado con gran cuidado y has soportado mucho en tus días. No has subyugado a ninguno, y ninguno será el que te despierte a ti de nuevo, incluso si se cuenta, como tus enemigos han contado, desde sus nidos de ave de rapiñada.

figura 32 Paracelso

Este, que con frecuencia ha traído la paz y que después ha obtenido su propia paz, pero que muchas veces también ha sido despertado. Cuando se despierte a sí mismo, todas las criaturas temblarán ante él.331

Teofrasto, el incansable viajero, que se pateó casi toda Europa practicando la espagiria, que no se amoldó a ninguna convención, que actuó como lector y sanador de cuerpos y almas, vivió ese tránsito por la tierra como un periplo olímpico, movido por un gran amor a la Sabiduría, y aún más, a lo Innombrable. Embebido de la fuente sapiencial judía, asegura:

Si un enamorado es capaz de recorrer un largo camino para ver a una hermosa mujer, ¿qué no se haría por la belleza de un arte?

La reina atravesó los mares únicamente para escuchar la sabiduría de Salomón ¿Cuál fue la verdadera razón de que la reina fuese en busca de Salomón? Pues que la sabiduría es un don de Dios. Allí donde Dios la concede, allí debe ser buscada. Allí donde Dios sitúa su arte, allí conviene buscarlo. El hombre posee este don supremo: que es capaz de buscar los dones divinos allí donde se encuentran, y por ello está obligado a ir en su busca. Aquí se encierra una gran enseñanza. (…) Juvenal lo ha dicho claramente: "Aquel que no viaja alegremente, no posee nada". Continuad según la máxima: "Que los que no quieren morir asesinados, permanezcan en sus casas y se hagan asar peras". Mas yo sostengo que hasta el día de hoy mis viajes no han estado desprovistos de razón, y que son dignos de alabanza y no de vergüenza. Pongo a la naturaleza por testigo: el que quiera explorarla, no tiene más remedio que rastrear sus libros con sus propios pies. La Escritura se recorre letra por letra, la naturaleza país por país: los países son como hojas: aquí se encuentra el código natural con el que conviene girar las páginas.332

Porque:

No sólo de pan vivimos, sino también de las artes y la sabiduría que salen de la boca de Dios. Debemos llenarnos con ellas, y considerar que el llenado de la tripa es mortal, y aquél en cambio eterno. Porque todos los que vivan en él brillarán en el reino de Dios como el brillo del Sol.
Aunque hay muchos nombres, las artes no están separadas, y un saber no está separado del otro; porque uno está en todo.333

Todavía convocaremos a otros personajes de estas tierras germánicas, que brillaron con la luz del esplendor que los fecundó, esplendor de esa Cábala –en el sentido de recepción– que anidó en sus corazones, con todos los matices de una doctrina verdaderamente encarnada.

NOTAS
* Este acápite contiene letras hebreas, la tipografía puede descargarse en esta dirección: (font SPTiberian, al final de la página vinculada).
324 Paracelso, Tres tratados esotéricos. Luis Cárcamo editor, Madrid, 1977, pág. 104. Versión española de Jesús F. Díaz Prieto. Corresponde al opúsculo La filosofía oculta.
325 Incluido en la recopilación referida en la nota anterior.
326 Recordemos que de la combinación de las 10 sefiroth y las 22 letras hebreas surgen los 32 senderos de la Sabiduría. Además, la referencia del título de esta obra a la profecía nos remite a la llamada Cábala extática, lingüística o profética, tan viva en Abulafia, en la que la obtención del grado más alto de la iniciación es denominado el estado profético.
327 Tres tratados esotéricos, op. cit., pág. 36. Y más adelante señala: "Otros podrán discernir esto mejor que yo y comprender cuanto a ellos concierne. Así lo ha tomado la cábala, como una madre y principio de la astronomía". Ibid., pág. 37.
328 Mencionar de paso que J. L. Borges escribió un cuento titulado "La rosa de Paracelso".
329 Ibid., pág. 64.
330 Ibid., pág. 69.
331 Ibid., pág. 70.
332 Las siete apologías, op. cit., pág. 51-52.
333 Textos esenciales, op. cit., pág. 173.