Portada Historia Viva

Historia viva. Un recorrido por la obra de Federico González. M.ª Victoria Espín. Symbolos, 2009. 335 pp. (Reseña). Ref: Librería 2 de Enero.
Lo primero que me gustaría destacar del libro que me propongo reseñar es el título. Me encanta el título: Historia viva. Es tan polisémico y sugerente que se acompaña con el subtítulo Recorrido por la obra de Federico González. Así que, gracias a la inteligente laboriosidad de Mª Victoria Espín, disponemos de una bio-bibliografía de F. González.

Pero no es éste un autor anodino del que nos interesen sus trasuntos; de ahí que el libro se componga en torno a aquellos asuntos que sí importan: viajes y palabras del que tanto ha visto y comprendido, Federico González, al que le cabe con justicia ser llamado sabio o filósofo.

No será casual que la estructura diseñada para este Recorrido, o crónica viva, sea tan hermana de las biografías de los ilustres filósofos de la antigüedad. Así la Vida Pitagórica, de la Synaggé Pythagorica, de Jámblico. Y es que las autoridades espirituales recorren viajes arquetípicos; y sus trayectorias míticas las podemos reconocer con toda claridad tanto por entre las páginas del libro de Mª Victoria, así como en las Vitae helenísticas; o en las hagiografías medievales, etc. (que no es el caso, claro).

Es un libro-templo, pues guarda un tesoro sapiencial; de modo que cuando lo abres, se oyen las voces de los "Hombres de la Gran Sinagoga", porque contiene en todas y cada una de sus letras la Palabra que reconocemos como sagrada. La autora ha elegido con el mejor de los criterios un sinfín de largas citas que encierran enseñanzas vivas para ser vividas; orales casi, ya que suenan al oído y resuenan en el corazón. Ha cosido partes de un todo que valen por el Todo. No se trata de una antología de la obra de Federico, porque la propia autora ya había trabajado para elaborar el volumen Antología de F. González, Zaragoza, Libros del Innombrable, 2009. Se trata más bien de un mapa, o de la propuesta generosa de alguien que conoce el terreno que se pisa en los viajes alquímicos y nos brinda un plano que indica los hitos y los cruces mercuriales del camino; los hospitales, las tabernas y las iglesias para el peregrino.

Acierto y exactitud, decimos, en cuanto a la articulación de las citas y los comentarios que suscitan a la autora; y también exhaustividad al narrar esta historia in fieri que incluye hasta el último detalle acontecido en las fechas en las que se ultima el libro. Un libro exacto, exhaustivo y cabal, añadimos, en el sentido de 'completo, perfecto'. Podríamos decir que tenemos ante nosotros toda la doctrina hermética, las obras de Federico, encerradas en el círculo biográfico espiritual presentado en este libro; e incluso nos atreveríamos a decir que vemos entre líneas la Gran Obra de Federico González.

Historia viva, que se está viviendo, Filosofía Perenne que aún está viva, Ciencia Sagrada que palpita en los corazones de los que se entrelazan en la cadena áurea, que nuestro libro muestra a las claras. Todo esto se quintaesencia en el volumen al mostrar la Única Verdad, que el lector disfruta comprendiendo una y otra vez, siempre, lo mismo; y es que, como reconoce sorprendida la autora, "no había, ni la hay (de treinta años a aquí), diferencia entre lo que Federico decía en sus conversaciones y lo que escribe. Bien se puede decir que es siempre el mismo" (p. 11).

Carmen Ezpeleta Aguilar
(Centro de Estudios Simbólicos de Zaragoza)