Los Cuatro Pajes
El Paje simboliza al mundo físico de Asiyah, la realidad corporal y sensible. Estas cuatro figuras jerarquizadas de la Corte, representan cuatro estados del ser, todos ellos siempre presentes en el Universo y en el interior de uno mismo; pero mientras este aspecto material de los seres está en constantes cambios y mutaciones, los estados superiores, representados por el Rey y la Reina, se mantienen inmutables y eternos. Se pueden relacionar estas cartas con la ley del karma (acción-reacción), y con las relaciones que lo físico tiene con los otros niveles. Desde otro punto de vista, esta figura también se refiere a la humildad, que bien entendida es la que hace aflorar la nobleza interior.
El Paje de Bastos El Paje de Espadas  


El Paje de Bastos será entonces el que corresponde a Asiyah en Atsiluth, la tierra en el fuego –o la Tierra en el Cielo– y es otro de los símbolos que nos induce a meditar sobre la identidad y fusión indisoluble de la materia y el espíritu.

En el Paje de Espadas observamos a través de las leyes físicas, a la Mente Universal que las crea y las ordena. Es Asiyah en Beriyah, que nos relaciona al mundo material con las ideas arquetípicas, a la tierra con lo aéreo, permitiéndonos comprender, a través de lo físico, lo metafísico.

El Paje de Copas, Asiyah en Yetsirah, nos lleva a pensar en los efectos que las cuestiones materiales producen sobre nuestro psiquismo. Se refiere a la tierra y al agua, dos elementos que se complementan y que son los que juntos constituyen el mundo inferior en constante cambio y movimiento.

Y finalmente el Paje de Oros, Asiyah en Asiyah, es la carta que se refiere específicamente a las cuestiones materiales, al cuerpo físico, y a las fuerzas terrestres y subterráneas que son el reflejo invertido y el complemento necesario de las energías celestes.

El Paje de Copas El Paje de Oros  

 
© Federico González 1981: Texto.
© France Cartes B. P. Grimaud 1981: Tarot de Marsella.