PRESENCIA VIVA DE LA CÁBALA II
LA CÁBALA CRISTIANA

FEDERICO GONZALEZ - MIREIA VALLS

Lazzarelli, Prima Causa. De imaginibus Deorum.
Representación del tetramorfos en las cuatro esquinas que encuadran los círculos concéntricos de los mundos. Dibujo atribuido a Lazzarelli que figura en su obra De imaginibus Deorum: 'Prima Causa', Biblioteca Vaticana, Urb. Lat. 717.

 

CAPITULO IV
LA CABALA EN ITALIA (4)

 

Pelagius, Giovanni Mercurio da Correggio y Ludovico Lazzarelli (continuación)
Con respecto al Crater Hermetis200 (1492), la obra es un diálogo entre el Rey de Nápoles, Fernando de Aragón, y el propio Lazzarelli; el libro es todo él un profundo comentario a la creación del mundo y el hombre y por lo tanto describe los estadios, peligros y avatares de cualquier creación, ya fuese la del mundo, del hombre o la del Golem.

Al comienzo del diálogo, Lazzarelli se declara en primer lugar cristiano aunque estudiante de las enseñanzas de Hermes. Anteriormente se ha hablado de la herencia egipcia que asimilaron los griegos (Pitágoras, Platón, etc.) y luego de Moisés y el Pentateuco también como tributario de Egipto. O sea, que judíos y paganos tenían en el Egipto un antecedente común.

Su argumentación ante el rey empieza mencionando a Dionisio Areopagita y a su libro sobre los Nombres de Dios. Todo lo cual se resuelve con un poema u oración donde se alaba la grandeza de Dios y se aceptan sus veredictos.

Decir también que desde la primera página aparece la doctrina de Hermes, que acierta sobre la cosmogonía judeocristiana del Génesis y por lo tanto la relación de ésta con Moisés, el autor del libro.

A lo que sigue una cita de Filón de Alejandría (contemporáneo y amigo de los apóstoles) relacionada con la agricultura. Para pasar a Platón y el Timeo y llegar a cuatro referencias del Antiguo Testamento y al extraordinario Arbol de la Vida en oposición al Arbol del Bien y del Mal.

Las citas son en su mayoría del Antiguo Testamento, de Salomón, los Proverbios, y la Sabiduría, pero ya aparece una mención de la carta de San Pablo a los corintios; igualmente Hesíodo, el Egipto, Pitágoras…, se intercalan en el discurso.

Luego compara a los gigantes con el mal, y equivocadamente a los enanos con los pequeños del evangelio a los que el Salvador ama; "dejad que los pequeños vengan a mí". Ni los pigmeos ni los enanos a los que menciona tienen nada que ver con el evangelio, mucho menos los enanos que poseen la misma maldad que los gigantes pero peor, concentrada. ¡Fuera enano envidioso!

Ahora se trata de "los compañeros de tinieblas que habitan en nosotros a lo largo de nuestra miserable vida" y del bautismo que nos libera de los "inmundos e infectos olores del pecado original", cosa que la circuncisión no hace; aquí hay una intención apologética, aunque de inmediato pasa a Hermes y su doctrina. Seguimos leyendo el texto que no deja de tener mucho interés a pesar de que hemos conocido otros similares, con contenidos análogos.

A lo que continúa un poema de casi tres páginas donde el autor se lamenta del género humano, de sus falsos caminos, de sus trabajos vanos, de olvidar a Dios, el honor y la Sabiduría. De ser hipócritas y falaces y de todo abuso e ilusión.

Nos habla también de la fábula de Glauco que logró la metamorfosis y la transmutación a través de la ingestión de una yerba de naturaleza divina mediante la cual los dioses auxilian a los seres humanos en la empresa de convertirse en verdaderos hombres.

Así se sigue desarrollando el texto, como uno de los libros herméticos que estamos comentando en este estudio y no se advierte a simple vista por qué este libro, concretamente, ha producido tantas reacciones diversas y enconadas, aunque todas contribuyen a formar una especie de mito de Lazzarelli como teúrgo, o mago prototípico cuyas virtudes pasan a su obra.

Poco después nos encontramos con Rabbi Moisés Adara que, con otros sabios judíos aprueba las teorías teosóficas que va desarrollando Lazzarelli al Rey, donde el Areopagita y concretamente Hermes y su función lleva el grueso del libro y la especulación. Más luego, se menciona al Sefer Yetsirah y su autoría por parte del padre Abraham,201 e incluso a los talmudistas y al Rabbi Amonia y a la autoridad de Henoch y al Rabbi Simeon aunque Jesús es el verdadero Mesías, y los secretos de los hebreos, que llaman Cabalan, ya han empezado a ser conocidos por algunos; pero hay que diferenciar los secretos dados a Isaac de la inmundicia del arte de la magia. Después se afirma que el Libro de la Formación, en acuerdo con el Asclepio, o Libro de la Voluntad de Dios y el Libro de Henoch aseguran que la unión del rey superior con el inferior es el objeto de la Enseñanza, y el Sefer Yetsirah "muestra la manera de formar hombres nuevos de esta suerte", como los discípulos y apóstoles de la verdad, que engendrarán a su vez seres análogos, como el hombre es igualmente imagen de Dios.

De hecho todo el opúsculo podría decirse es un canto a la creación, y el discurso es tan sutil y por su naturaleza tan abstracto que, en verdad, podría ser tomado como osamenta o estructura de cualquier generación –donde el bien y el mal están en juego en cuanto a dualidades cósmicas–, lo que parece haber sido el caso con este libro (que habla como en parábolas), y que ha pasado a ser casi un emblema de lo mágico en el Renacimiento no sólo con respecto a las estatuas vivas, discípulos, apóstoles y "golems" de la verdad expandiéndose junto con la cristiandad por todo el mundo alumbrando una nueva era y creación (si se quiere ver así), sino también como inspirador de los misterios del "Tarot de Mantegna", los que están al día de hoy de moda al punto que varias páginas de internet se ocupan tanto del autor como de sus dibujos para las cartas.

El mazo de cartas consta de 50, divididas en 5 paquetes de 10, una estructura numérica diferente al resto de Tarocchi italianos incluso al de Durero, al que se le ha vinculado por sus dibujos.203 Estos han sido atribuido a varios autores, entre ellos, equivocadamente, a Andrea Mantegna de la escuela de Padua, a Baccio Baldini, a Parrasio Michele de Ferrara y otros. Todas las cartas llevan un nombre en la parte inferior: Aritmética, Astrología, El Sol, Mísero (El Loco), etc., su numeración en números romanos en el centro y en el rincón derecho inferior en arábigos; en la esquina inferior de la izquierda una letra del alfabeto latino, A, B, C, D, E colocadas de modo retrógrado respecto a la numeración que va primero de lo más alto a lo más bajo, y luego de la condición humana a la Prima Causa.

Si tenemos en cuenta la importancia dada a las imágenes, como transmisores mágicos y psíquicos en el Renacimiento, y considerando que en sus obras antes nombradas De fasti Christianae religionis y De gentilium deorum imaginibus el discurso se apoya en grabados, no es aventurado deducir que Lazzarelli podría haber también pintado –y aun construido– un Tarot, vehículo siempre relacionado con la Teúrgia, aunque hoy haya caído en manos de ignorantes y charlatanes. Por otra parte, las analogías formales entre los diseños pueden advertirse a simple vista. El texto de De gentilium deorum imaginibus, tiene 27 ilustraciones iluminadas de las cuales 23 presentan analogías diversas con el Tarot de Mantegna.

Damos la dirección de la página de internet204 donde se ocupan de Lazzarelli –y su entorno– y su relación con el Tarot de Mantegna, donde además de los textos se podrán admirar las bellísimas imágenes que los acompañan de las que en este libro reproduciremos alguna.

Y tras estos tres personajes tan espectaculares, imbuidos totalmente del sentido mágico y teúrgico (una verdadera saga), nos referiremos a continuación a otros dos que encarnaron funciones igualmente necesarias para la difusión de una enseñanza, la de la Cábala, que iba calando aquí y allá en seres de lo más variado y produciendo distintas manifestaciones y expresiones simbólicas.


NOTAS
200 También Lazzarelli es autor de un corto escrito denominado Bombyx (1497) (El gusano de seda), junto con su renombrada De fasti Christianae religionis (1480-1485) con bellos grabados. Así como usa 27 ilustraciones en su De gentilium deorum imaginibus (1471).
201 Anteriormente ha mencionado al libro del Esplendor (Sefer Zohar) y a su autor Rabbi Joseph.
202 Ver Federico González, El Tarot de los Cabalistas, Vehículo Mágico. Editorial Kier, Buenos Aires, 1993. 2ª ed.: Tarot, mtm-editor, Barcelona 2008.
203 Ver Joscelyn Godwin, The Pagan Dream of the Renaissance. Capítulo III, Thames and Hudson, Londres, 2002, pág. 45 y ss.
204 http://trionfi.com/0/m/00/. Allí se dice que próximamente se publicará una biografía de Lazzarelli escrita por su hermano Filippo editada por Walter Hanegraaf, la cual aclararía muchos puntos oscuros en la vida de Lazzarelli.