PRESENCIA VIVA DE LA CABALA
FEDERICO GONZALEZ - MIREIA VALLS
Templo de Salomón en el libro 
de Maimónides Mishneh Torah, 1524
Imagen del Templo de Salomón del libro
de Maimónides Mishneh Torah. Venecia, 1524
CAPITULO V
LA CABALA DE SAFED

Moshe ben Ja'acob Cordovero
Los comentaristas están de acuerdo en que el rabí Alkabetz y José Caro son los fundadores del movimiento cabalista de Safed basado en el Zohar, posteriormente a la salida de los sabios judíos de Sefarad. Sin embargo se suelen mencionar a otros anteriores y posteriores; Cordovero, a quien le tocó ser un sabio fundamental de esta escuela –y el que dejó una mayor obra detrás de sí–, es la figura central de este acápite en el que trataremos igualmente la de Isaac Luria y la de Hayyim Vital que tanto influyeron, por una parte en la Cábala Asquenazí, y al mismo tiempo en la cábala cristiana del Renacimiento.

El traductor al francés, del tratado La Dulce Luz, ('Or Né'érab) de Cordovero, Schmouel Ouziel, expone en su introducción hablando de la ciudad de Safed en Galilea:

A diferencia de Jerusalén, que tenía gran importancia a los ojos de los musulmanes, Safed se benefició del poco interés que despertaba en ellos, y su comunidad no tuvo que sufrir el odio religioso que constituía la suerte de los habitantes de la ciudad santa. Esta coexistencia tranquila atrajo a los judíos, exiliados de España y de otras partes, que buscaban una vida religiosa intensa y una cómoda situación económica. Su llegada masiva provocó una profunda y rápida transformación de la comunidad local.

Hasta 1492, la mayor parte de la población judía estaba constituida por norteafricanos187 o por musta'arabim188, es decir judíos que habían permanecido en Palestina desde siempre, y muy influenciados por la cultura árabe, sobre todo en el plano lingüístico; en cuanto a los españoles, no representaban sino una minoría muy pequeña. En 1516, la conquista turca implica para los judíos un giro favorable. De religión sunnita189, los turcos son relativamente tolerantes y su represión del bandidismo beduino restablece un clima de seguridad en la región. Comienza entonces una ola de inmigración. Antiguos y nuevos arribantes se organizan separadamente de acuerdo a su país de origen190, poseyendo cada grupo su sinagoga y sus dirigentes. Es así como se multiplican yeshibot, escuelas y asociaciones de ayuda mutua y beneficencia. Por su parte, los judíos autónomos rechazan en un primer momento unirse a los recién llegados, sospechosos a sus ojos de haber practicado en España el culto cristiano. Pero con el aumento de la inmigración, se dejan influenciar progresivamente e incluso adoptan algunas costumbres españolas. El movimiento prosigue: en 1521, españoles y portugueses representan ya un cuarto de la población judía191; en 1570 constituyen su aplastante mayoría192. A partir de entonces, los musta'arabim dejan de tener cualquier clase de influencia sobre la vida religiosa de Safed y, debido a ello, terminan por ocupar el grado más bajo en la escala social: reunidos en torno a una sola sinagoga, continúan practicando sus costumbres y estudiando en árabe.

Safed se caracteriza entonces por una maraña de diferentes comunidades: a los autóctonos y a los españoles divididos en castellanos, cordobeses, catalanes, se añaden los judíos italianos, húngaros y portugueses.

Y siguiendo poco después con su colorida exposición:

Como hemos dicho anteriormente, la ciudad de Safed193 se había transformado por completo en menos de 80 años. En 1522 había en Safed 3 sinagogas y 1 yeshibah mientras que en 1602 se encuentran en ella ¡21 sinagogas, 18 yeshibot y una escuela de 400 alumnos194!
Para tener una idea de la amplitud de la vida judía en Safed durante ese siglo, basta con pasar revista a las personalidades más prestigiosas de la época.

La más importante es evidentemente R. Yossef Karo (1488-1575). Nacido en Toledo, deja España hacia Portugal en 1492. En 1497, a consecuencia de la política de conversiones que allí se instaura, erra nuevamente con toda su familia hasta Turquía. Aquí conoce a diferentes sabios y especialmente a R. Yossef Taytazack, quien tendrá una gran influencia sobre él. Es hacia 1510 cuando comienza a redactar su Beyt-Yossef. En 1522, mientras se encuentra en Nicópolis, el día de Shabu'ot, su Maggid195, voz de un ángel y personificación de la Mishnah que él estudia, le da orden de abandonar Turquía e ir a tierra santa196. Parte pues para Andrinópolis donde se demorará durante 14 años. En 1523, cuando comienza la epopeya de R. S. Molkho que terminará trágicamente en 1532, R. Y. Karo, en su diario místico Maggid Mésharim, solicita a menudo el derecho de ser martirizado en honor del nombre de Dios, como el falso mesías. Su Maggid le anuncia varias veces que su oración ha sido escuchada y que tendrá derecho a un final equivalente al de Molkho197. En 1536 parte por fin para Palestina y se instala en Safed. En esa época ya se encuentran allí 1.000 familias de expulsados que han impuesto la lengua española en las escuelas. Pertenece al número de los sabios nombrados por R. Y. Berab, y en 1542, después de 32 años de trabajo, termina la redacción del Beyt-Yossef198. Dados su celebridad y talento, pide al resto de los sabios de su época que canonicen su libro199. En realidad, será su Shulhan 'Arukh, después de que R. Moise 'Isserlis le añada sus notas sobre las costumbres de los judíos asquenazíes, el que se convertirá efectivamente en el libro de referencia de la vida judía. Este último aparece en 1565, el mismo año que su diario místico, Maggid Mésharim.

Además de sus ocupaciones exotéricas, hemos visto que R. Y. Karo se dedica también a la mística, su Maggid Mésharim es la prueba innegable. Pero por otra parte, el Maggid de R. Y. Karo le impone asimismo numerosas prácticas ascéticas y le recomienda alejarse del orgullo y de la cólera, de las palabras vanas y de la risa200. Y le pide también estudiar los escritos de moral como Los Deberes de los corazones de Bahya y naturalmente la cábala.

En el Dictionary of Jewish Lore and Legend en una entrada sobre M. Cordovero (1522-1570) pueden leerse estos datos201:

Cabalista originario de España que se estableció en Safed, al norte de Palestina. Autor prolífico, realizó en su obra mayor, el Pardés Rimmonim ("El Jardín de las granadas"), la síntesis de las doctrinas cabalísticas de sus predecesores, cuyas teorías intentó armonizar. Es autor igualmente de otra obra en la que consignó su práctica del "exilio", la cual le permitía "exilarse" sobre las tumbas de los justos, en toda Galilea, y asumir un "destierro" en honor de la shekhiná, el aspecto femenino de lo divino, que se hallaba expatriada lejos del aspecto masculino de Dios. Para él, la realidad es una manifestación de lo divino inmanente en el Mundo Inferior. Aunque había aprendido de Elías, que le visitaba, los secretos de la mística, sus enseñanzas cabalísticas fueron eclipsadas por la cábala mística de Isaac Luria a quien brevemente tuvo como alumno en Safed.

El tema del "exilio" del pueblo de Israel que se ha actualizado en diferentes épocas históricas tiene aquí una nueva faz en el destierro de España, sin embargo, esta es una imagen del "exilio" del ser humano apartado del seno de Dios, por lo que el hombre después de haber caído debe penar en la tierra; todo esto sucede en el alma del ser humano y por lo tanto mayor es el "exilio" con sus problemas y adversidades, ya que no solo es un peregrinaje en este mundo sino el peregrinar del alma en busca del espíritu, es decir de su Primera Identidad. La historia del pueblo de Israel es igualmente una imagen de la búsqueda humana del Sí Mismo.

Esto anticipa la Tsim-Tsum, ya que el cabalista al concentrarse en un punto, en su soledad y su nada repite así ritualmente, vívidamente la acción cosmogónica primordial en la cual el No-Ser se restringe en un punto oscuro, la Posibilidad Universal, a partir de la cual se va generando un Mundo Nuevo que se va iluminando suavemente y que emana del Fiat Lux o la plenitud de lo manifestado.

Por su parte Charles Mopsik en la introducción a su traducción de La Palmera de Débora202 señala:

Moisés Cordovero siguió en primer lugar estudios talmúdicos y tuvo, en el dominio de la halakhá (reglamentación), un maestro prestigioso, Rabí Joseph Caro (1488-1575), autor de un vasto comentario llamado Beit Yossef sobre el Arbaa Turim, de una clarificación metódica del Mishné Torah de Maimónides, titulado Kessef Mishné y de la más célebre compilación de reglas, el Shulhan Arukh, que todavía es hoy la mayor autoridad en materia de jurisprudencia, y a la que se hace referencia constantemente. En una de sus responsa, el rabí Joseph Caro manifiesta la estima que tenía por su brillante alumno con ocasión de una decisión jurídica de este último, que él aprueba: "Este caso, escribe, no exige ninguna deliberación suplementaria, el juez ha penetrado en el corazón de la causa. Que puedan repetirse tantas buenas cosas en su nombre, que para él se cumpla el versículo: 'Si tu corazón es sabio, se alegrará también mi corazón' (Pr. 23, 15)203."

Moisés Cordovero era juez en Safed y dirigía allí una yéshiva, como lo testimonia Rabí Menahem Azarías de Fano (1548-1620): "Era un gran erudito en materia de guemará, pasaba todos los días en la yéshiva para aguzar a los estudiantes, esos retoños de olivo; tenía también un magisterio fijo y ejercía la justicia entre el hombre, su hermano y su vecino204."

Ciertamente fue el encuentro con quien iba a ser su maestro en materia de cábala y su cuñado (el hermano de su futura esposa) lo que determinó a Cordovero a comprometerse totalmente con el estudio del Zohar y del conjunto de la cábala. Rabí Salomón Alcabets Halevi (muerto hacia 1580), cabalista y poeta (es el autor del famoso himno para la entrada del Shabbat titulado Lekhá Dodí "Viene mi amado para recibir a la novia") inició a Cordovero, que tenía veinte años, en la tradición de los secretos de la Torah. En la introducción a su obra enciclopédica, el Pardés Rimonim, que terminó al llegar a la edad de 27 años…

Se dice que se instalaron en Safed numerosos judíos interesados por las escuelas de allí, entre ellas la cabalística encabezada por Cordovero. Formaban parte de los que viajaron diversos rabinos italianos y otros varios del área; el principal fue Isaac Luria que llegó desde Egipto y pasó dos años entrevistándose con Cordovero algunas veces, aunque nunca dejó de reclamarlo como su maestro.

A nuestro entender la labor de sistematizador de Cordovero fue la que trajo a Safed a dichos alumnos y el interés por un juez entendido no sólo en asuntos legales sino también en temas religiosos y talmúdicos, y que a los veintisiete años no solamente había finalizado el Pardés Rimonim, sino que había encauzado su vida en el estudio de la Torah y la Cábala pese a su prestigio exotérico. Y pensamos que su formación jurídica ha tenido mucho que ver con el texto de su primer libro y que su método y modo de sistematizar son absolutamente "universitarios" tal cual se podrían nominar hoy día ya que la división en ítems y subtítulos, con el aditamento en la exposición de primero, segundo, tercero, etc., y a su vez las subdivisiones que también se numeran no es la de la literatura sacra, estudiada hasta aquí, sino su propia creación, tal vez más adecuada para un estudiante actual que lo que podrían ser los diversos capítulos del Zohar u otras producciones cabalísticas.

El Pardés Rimonim ("El Jardín de las granadas") según Mopsik es una suma:

que aborda el conjunto de las grandes cuestiones de la cábala, representa el esfuerzo más persistente y sistemático para poner en orden las temáticas y puntos clave del Zohar, del Tiquné ha Zohar, del que cita y analiza más de cuatrocientos pasajes, así como del conjunto de la literatura de la cábala, desde los escritos del Languedoc y de los círculos gerundenses y castellanos, hasta los desarrollos de sus contemporáneos de Safed. Es también una gran introducción a la sabiduría de los cabalistas que retoma y trata sus discusiones y divergencias internas con un pensamiento penetrante y riguroso. Comprende 32 pórticos cada uno de los cuales se subdivide en un número variable de capítulos. De ellos los 19 primeros tratan de las distintas cuestiones relativas a la divinidad: de la relación entre En-Sof (el Infinito) y la primera sefira, del proceso de la Emanación y de la estructura de las sefirot, y finalmente de los mundos exteriores a la Emanación. Los pórticos 20 a 23 explican el vocabulario de la cábala, las relaciones entre los términos de la Biblia o del Midrash y las sefirot. Compuesto por orden alfabético, se trata de un verdadero diccionario de las nociones y términos específicos. Los pórticos 25 y 26 se ocupan de las fuerzas de la impureza y del "otro lado". Los cuatro siguientes exponen los significados de las letras, de las vocales, de la antigua notación musical, concluyendo el libro con 2 pórticos dedicados a la doctrina del alma y a la intención (Kavaná) en las oraciones.

Como se puede apreciar diversos estudiosos judíos nos dan un panorama claro de Safed y un perfil más o menos luminoso de la figura de Cordovero, análoga a la de los cabalistas de Sefarad y de Provenza. De hecho su obra y enseñanzas se basan en especial en el Tikunim Zohar, que se considera, sin embargo, un agregado posterior al cuerpo de este libro, y al que cita abundantemente en el Pardés Rimonim y en muchos de sus escritos, entre ellos el Or Yakar, La Luz Preciosa, que ha dejado de ser manuscrito hace poco tiempo y recién ahora se ha impreso en hebreo205. Para terminar señalaremos algún fragmento de esta obra que nos ha parecido significativo, el primero de ellos, muy gráfico, referido al sentido literal de la lectura de la Torah, antes de pasar al comentario de La Dulce Luz y La Palmera de Débora:

Una pobre persona piensa que Dios es un viejo con pelo blanco, sentado en un trono maravilloso de fuego que brilla con innumerables chispas, como dice la Biblia:

"El Anciano de los Días está sentado, el pelo sobre su cabeza como límpido vellón, su trono, llamas de fuego."

Imaginando esto y fantasías similares, el tonto corporiza a Dios. El tonto cae en una de las trampas que destruyen la fe. Su temor reverente a Dios está limitado por su imaginación206.

Pero si tú estás iluminado, tú conoces la Unidad de Dios; tú sabes que lo divino está vacío de categorías corpóreas –éstas nunca pueden ser aplicadas a Dios. Entonces, te preguntas, asombrado: ¿Quién soy? Seré una semilla de mostaza en medio de la esfera de la luna, que ella misma es una semilla de mostaza dentro de la próxima esfera. Así es en esa esfera, y todo lo que contiene en relación a la próxima esfera. Y así es con todas las esferas –una adentro de la otra– y todas ellas son una semilla adentro de otros espacios.

Tu temor reverente es fortalecido, el amor en tu alma se expande.

Y a propósito del ascenso del alma (o nivel de conciencia) del cabalista, Cordovero apunta:

Cuando un iniciado efectúa un vuelo con su espíritu, constata que ello es inestimable. Los colores que son visibles al ojo o que son representados en espíritu, pueden tener un efecto sobre lo espiritual, aunque los colores en sí mismos sean físicos. Nefesh (el alma inferior) puede incitar a Ruah (el espíritu intermediario), y a su vez Ruah incita a Neshamah (el alma superior). Neshamah asciende entonces de una esencia hacia la siguiente, hasta que alcanza su fuente.

Y este otro fragmento donde expone de manera clarísima el tema de la Unidad en la multiplicidad:

En el principio, En Sof, emanó diez sefirot, que son de su esencia, unidas a ello. Ello y ellas son enteramente uno. No hay cambio o división en el emanador que se justificaría diciendo que ello está dividido en partes en estas varias sefirot. La división y el cambio no es de ello, solo de las sefirot externas.

Para ayudarte a concebir esto, imagina el agua fluyendo a través de receptáculos de diferentes colores: blanco, rojo, verde y así sucesivamente. Conforme el agua se esparce a través de esos recipientes, ella parece cambiar en los colores de los recipientes, aunque el agua está exenta de todo color. El cambio de color no afecta al agua en sí misma, sólo nuestra percepción del agua cambia. Y así es con las sefirot. Ellas son recipientes, conocidos por ejemplo como, Hesed, Gueburah y Tiferet, cada uno coloreado acorde a su función, blanco, rojo y verde, respectivamente, mientras que la luz del emanador –sus esencias– está en el agua, sin tener color alguno. Esta esencia no cambia; sólo parece cambiar al fluir a través de los recipientes.

Mejor aún, imagina un rayo de luz del sol brillando a través de un vitral de diez colores diferentes. La luz del sol no posee ningún color en absoluto, pero parece cambiar de matiz al pasar a través de los diferentes colores del vidrio. Luz coloreada irradia a través de la ventana. La luz no ha cambiado esencialmente, aunque sí pareciera hacerlo para el espectador. Así mismo, con las sefirot. La luz que se viste a sí misma en el recipiente de las sefirot es la esencia, como el rayo de la luz solar. Esa esencia no cambia de color en absoluto, ni el juicio ni la compasión, ni lo derecho o izquierdo. (Traducción al inglés de Daniel Matt).207

NOTAS
187 "Ma'arabim."
188 "Su nombre significa: los que quieren parecerse a los árabes."
189 "Como los mamelucos, los antiguos conquistadores de Palestina."
190 "Hay que tener en cuenta que, poco a poco, estas diferencias se esfumarán para dar lugar a una división de orden económico."
191 "Sin contar los inmigrantes de Italia y de Europa del Este."
192 "Cerca del 70%."
193 "Cf. Schechter, 'Tsfat beme'ah ha shesh'esreh', en Hagalit, I, p. 6-42."
194 "Sostenida financieramente por judíos ricos de Turquía."
195 "Cf. Werblosky, R. Y. Karo: Lawyer and Mystic, Oxford, 1962."
196 "R. Y. Horrowitz en el SHLAH, IIª parte, sobre Shabu'ot, pág. 29b, cita la narración de esta velada referida por R. S. Alkabetz."
197 "Lo cual no se producirá."
198 "La primera edición aparece en Venecia en 1550, otras siguientes dos ediciones, en 1551 y 1559, lo que testimonia el entusiasmo que acompaña a su obra en el mundo rabínico (a pesar de la oposición de algunos, como el Maharal y el Maharshal) y explica la celebridad de R. Y. Karo."
199 "Esta inquietud se hace presente a menudo en sus diálogos con el Maggid."
200 "Se encuentran idénticas recomendaciones, o casi, en R. M. Cordovero: en La Dulce Luz y en los reglamentos místicos de su círculo de estudios."
201 Dictionary of Jewish Lore and Legend, Thames and Hudson, Londres, 1997.
202 Cordovéro, Moïse: Le Palmier de Débora, Verdier, Lagrasse, 1985.
203 "Cf. Chéélot u techuvot, Avkat Rokhel, Leipzig, 1857, nº 91. Ver también Beit Yossef sobre Even baézer, reglas de las Ketuvot, nº 2."
204 "Introducción a su Pelah ha Rimon (Venecia, 1600), un compendio comentado del Pardés Rimonim, de donde extraemos todas las citas de Azarías de Fano referidas a Cordovero. Ver D. Kaufmann, 'Menahem Azaria di Fano' Revue des Etudes Juives, 36, 1898, p. 108-111. Otros detalles preciosos sobre la personalidad de Cordovero nos los proporciona un artículo de Isaac Tishby titulado "Retrato de R. M. Cordovero en un escrito de R. Mordekhai Dato", publicado en una recopilación, Studies in Kabbalah and its branches (vol. I, en hebreo), Magnes Press, Jerusalén, 1982, págs. 131-176."
205 Esta obra ha estado sin publicar 400 años y se finalizó su traducción en 1962 completada en 1989 en 24 volúmenes, y pacientemente van siendo editados por distintos medios judíos en inglés.
206 Tema análogo en La Dulce Luz, (Segunda parte, cap. II).
207 Autor del Essential Kabbalah, The Heart of Jewish Mysticism, Harper Collins, San Francisco, USA., 1996.