PRESENCIA VIVA DE LA CABALA
FEDERICO GONZALEZ - MIREIA VALLS
Haggadah de Sarajevo Primer día de la Creación
Haggadah de Sarajevo Segundo y Tercer día de la Creación
Primera página del Haggadah de Sarajevo, España, c. 1350-60.
Leer de derecha a izquierda. Arriba: 1. El Espíritu de Dios se cierne sobre las aguas del abismo. 2. Primer día de la Creación: la separación de la luz y las tinieblas. Abajo: 1. Segundo día: el firmamento dividiendo las aguas de arriba y las de abajo. 2. Tercer día: la creación de la vegetación.
CAPITULO IV
LA CABALA DE CASTILLA (3)

El Zohar
E
sta obra es la cumbre de la Cábala española, aunque como hemos estado viendo hubo otros textos contemporáneos, es decir del siglo XIII. Ya tratamos algunos de los cabalistas de este periodo, en particular los de Cataluña, pero hay varios autores tanto en Castilla como en Aragón y Andalucía que merecerían ser estudiados.136 De hecho parece que muchos de sus manuscritos, todavía hoy desconocidos, no han sido publicados jamás y seguramente duermen en bibliotecas, archivos y aun colecciones particulares. Pero volviendo al Zohar, su paternidad es atribuida a Moisés de León (1240-1305), cuyo nombre en hebreo es Moshe ben Shem Tov de León, el cual es autor de muchas otras obras; citaremos aquí, siguiendo a Charles Mopsik137 algunos de sus títulos: Or Zarou'a, "La luz sembrada"; Chocan Edout, "La rosa del testimonio"; Sefer ha-Rimon, "El libro de la Granada"; Nefech ha-Hakhama, "El alma inteligente"; Sefer ha-Michqal, "El libro de la balanza"; Chéquel ha Qodech, "El siclo del Santuario"; Michkan ha-Edout, "La residencia del testimonio"; Cha'ar Yessod ha-Merkaba, "El pórtico del fundamento del carro"; Maskiyot Kessef, "Los adornos de plata"; "Tratado sin título"; Che'elot ou-Techouvot, "Preguntas y respuestas"; Sod Esser Sefirot Belima, "El secreto de las diez sefiroth misteriosas" y una serie de textos pseudoepigráficos.

Efectivamente, varios especialistas y conocedores de la lengua que han estudiado los manuscritos no solo avalan la opinión de que fue el escritor del Zohar, sino que, en el caso de Gershom Scholem, parece que en base a los análisis lingüísticos y estilísticos, no niega absolutamente esa posibilidad, más bien le da lugar, así como a la opinión respecto a la influencia gnóstica que como hemos visto en el caso del Bahir otorga a muchos de sus contenidos. En una obra suya que tituló Zohar, el Libro del Esplendor en la que presenta una cuidadosa selección138 de textos de ese corpus sagrado, nos dice en la introducción:

Fue ciertamente alrededor de 1280 que estas partes del Zohar fueron integradas en una sola composición en España, por un cabalista que no había visto Palestina. Siempre revestida de nuevas formas, llena de distinciones literarias y estilísticas, ésta es la obra de un autor que parece haber experimentado una profunda conversión al cabalismo. Pero, a pesar de todas las máscaras que le encanta usar, la forma interior y el estilo personal son siempre idénticos.

Y eso sin negar que ya desde el momento de su aparición ciertas facciones de su tradición tildaron al autor del Zohar de impostor, falsificador literario y profanador139, por lo que el libro no estuvo exento de polémica, y como veremos más adelante, aún actualmente es objeto de controversias. Según refiere de nuevo Scholem en su opúsculo:

Graetz sin duda nos ha hecho pensar que Moisés de León falsificó ambiciosamente el Zohar para obtener ganancias, para sacarles dinero a los cándidos ricos después de que los libros en los que él aparecía como autor dejaron de aportarle ingresos suficientes. Esta especie de personaje ficticio, pícaro audaz, resultaría inaceptable para la crítica histórica aunque se contara con las pruebas concluyentes de que la parte más importante del Zohar existía aun antes de 1286, año en el cual Moisés de León escribió su primer libro enteramente basado en el Zohar. Esto desde luego no excluye la posibilidad de que el propio León hubiese escrito el Zohar años antes.

Este erudito, así como también Charles Mopsik, comparó el Zohar con otros textos de Moisés de León, y ambos coinciden con entereza en que la relación entre todas esas obras no es de ninguna manera superficial ni casual, aunque pudieran encontrarse algunos años de diferencia en la redacción de los escritos, todo lo cual hace concluir a Scholem que:

¿fue efectivamente Moisés de León el autor de este Zohar tal como sus contemporáneos sospechaban? Podemos ahora afirmar con alguna certeza filológica que Moisés de León debe ser considerado el autor real del libro.140

En todo caso, –y aun las discusiones y convulsiones que con frecuencia rodean la aparición de muchos textos sapienciales, de por sí promotores de rupturas de nivel–, en el texto que es un midraschim se hacen referencias constantes a la Toráh, y a sus sabios, de la cual es un comentario pormenorizado. Este plan de la obra se refiere a todo el Libro del Esplendor al que aún versando sobre la Toráh (los cinco libros del Pentateuco), se le agregan también otros libros bíblicos141 y diversos tratados independientes, algunos de los cuales han sido considerados apócrifos, pero que forman parte constituyente del cuerpo de enseñanzas cabalísticas conocidas bajo el nombre de Zohar.142 Para aclarar un poco la complejidad en la designación de las distintas composiciones de esa extensa obra, anotamos a continuación el nombre en hebreo de cada uno de los libros del Pentateuco que se glosan en ella: Génesis (Bérèchit), Exodo (Chémot), Levítico (Wayi-qra), Números (Bémidbar) y Deuteronomio (Dévarim); éstos, a su vez, se subdividen en muchas secciones las cuales son el objeto de los comentarios y recreaciones míticas y literarias.

NOTAS
136 De ellos destacamos a los hermanos Yitshac y Yacob Ha-Koén de Soria (mediados del siglo XIII), a Todros ben Yosef Abulafia de Toledo (1220-1298), Isaac ben Latif de Toledo (1230-1270), Yehudah ben Selomoh ha-Koen ibn Matqah también de Toledo, a Moshe ben Selomon ben Sim'on de Burgos (1230-1300), Yishac ibn Abi Sahula de Guadalajara (1244-?) y su hermano Me'ir ben Selomoh Abi Sahula, así como a Bahia ben Asher de Zaragoza y los andaluces Abraham ben Isaac de Granada y David ha-Levi de Sevilla, entre muchos otros. El Diccionario de autores judíos (Sefarad. Siglos X-XV) y el libro de Ch. Mopsik Cabale et cabalistes (p. 52 a 65) ofrecen datos biográficos sobre éstos y otros cabalistas de la época y una relación de sus escritos más importantes.
137 Ver Le Zohar. Gènese. Tome III. Verdier, Lagrasse, 1991.
138 La referencia del libro es: Zohar. El libro del Esplendor. Dirección de Difusión Cultural. Colección de Cultura Universitaria. México, D.F., 1984. Si bien en la introducción este gran erudito alega una serie de razones e intenciones un tanto superficiales con respecto a la elección de los fragmentos que organiza, lo cierto es que su selección no nos parece arbitraria, sino que descubrimos un sutil encadenamiento de enseñanzas metafísicas y cosmogónicas, destacando además la alta función de la Torah y el protagonismo del ser humano y del alma en el recorrido iniciático.
139 Sin embargo, en un fragmento de otra obra de Moisés de León (Mishkán ha-édut) que escribió en 1293, el cabalista expresa claramente sus intenciones: "Una generación muere y otra generación la sucede, pero los errores y las falsedades perduran. Y nadie ve ni oye, nadie despierta, pues están todos dormidos; un sueño profundo enviado por Dios ha caído sobre ellos, y les impide preguntar, leer y buscar. Y cuando vi todo esto me sentí obligado a escribir sobre estos misterios, a ocultarlos y a meditar sobre ellos a fin de revelarlos a todos los hombres que piensan y para transmitir todas estas cosas a las que dedicaron su vida los sabios del pasado. Pues estas cosas están dispersas en el Talmud, en las palabras de los (otros) sabios y en sus fórmulas secretas, valiosas y mejor ocultas que las perlas. Y ellos (los sabios) han cerrado la puerta con llave tras las palabras y han escondido todos sus libros místicos porque vieron que no había llegado el momento de revelarlas ni de publicarlas. Como dijo el rey sabio: 'No hables al oído del tonto'. Aun así, he llegado a reconocer que sería meritorio sacar a la luz lo que estaba en las sombras y revelar los secretos que ellos han ocultado". (Citado por Scholem en Las grandes tendencias de la mística judía. Fondo de Cultura Económica, México, 1996).
140 "Sus descripciones de las montañas de Palestina, por ejemplo, son muy románticas y concuerdan mucho más con la realidad de Castilla que con la de Galilea". (Scholem. Las grandes tendencias de la mística judía, Eds., Siruela, Madrid, 1996).
141 El canon hebreo consta de 24 libros divididos en tres grupos: Pentateuco, Profetas, Hagiógrafos.
142

Es interesante destacar que este corpus ha recibido otras denominaciones, pues tal como se explica en la Encyclopaedia Judaica:

"En algunas partes del libro se menciona el nombre 'Zohar' como título de la obra. Es también citado por los cabalistas españoles con otros nombres, como el de Mekhilta de R. Simeon b. Yohai (imitando el título de uno de los Midrashim halájicos) en el Sefer ha-Gevul de David b. Judah he-Hasid; el de Midrash de R. Simeon b. Yohai, en varios libros que datan del periodo de los alumnos de Salomón b. Abraham Adret (el Livnat ha-Sappir de Joseph Angelino, las homilías de Joshua ibn Shu'ayb y las obras de Meir ibn Gabbai); como Midrash ha-Zohar, según Isaac b. Joseph ibn Munir (ver He-Halutz, 4 (1859), 85);o bien Midrash Yehi Or en el Menorat ha-Ma'or de Israel al-Nakawa, al parecer porque este tenía un manuscrito del Zohar que comenzaba con un comentario al versículo 'Haya luz' (Gen. 1, 3). Diversas afirmaciones procedentes del Zohar fueron citadas en la primera generación posterior a su aparición, bajo el título general de Yerushalmi, en los escritos de, por ejemplo, Isaac b. Sahula, Moisés de León y David b. Judah he-Hasid, y en la (ficticia) responsa de Rav Hai dentro de la colección Sha'arei Teshuvah". Entrada: "Zohar", introducción. Gershom Scholem. Encyclopaedia Judaica. Edición CD-ROM. Keter Publishing House Ltd., Jerusalén, 1997.