Elijah de Vidas
Los epígonos de la obra de Cordovero se manifestaron a través de los escritos de otros cabalistas que le siguieron y que lo reclamaron como su inspirador. Pero muchos otros no se expresaron mediante libros aunque siguieron trabajando sobre sus enseñanzas, lo que hizo de Safed un centro muy importante del judaísmo, tanto en lo religioso como en lo cabalístico, muy destacado por su piedad y su misticismo como acabamos de manifestar.216
Esto se pone de relieve en Safed Spirituality, Rules of Mystical Piety, The Beginning of Wisdom, de Lawrence Fine,217 donde sintetiza claramente las obras más relevantes de este período y de la ética judía asociada al cabalismo:
Las obras mayores que dan expresión a estas tendencias son: (a) Tomer Devorah [La Palmera de Débora] de Moisés Cordovero; (b) Reshit Hokhmah [Principio de Sabiduría] de Elijah de Vidas; (c) Sefer Haredim [Libro de los Devotos] de Eleazar Azikri; y (d) Sha’arei Haredim [Puertas de Santidad] de Hayyim Vital. A esta lista se pueden agregar otros dos libros populares no compuestos en Safed: Shnei Lubot ha-Berit [Las Dos Tablas de la Alianza] de Isaiah Horowitz, escrito a principios del siglo XVII, y Qav ha Yashar [El Camino Recto] de Zvi Hirsch Koidonover, obra escrita en Europa del Este hacia el fin del siglo XVII.
Mientras que cada uno de estos libros ocupa un lugar distintivo y significante dentro de la historia de la literatura cabalística, no hay duda que entre ellos el Reshit Hokhmah de de Vidas es la joya cumbre. Se ha dicho, justificadamente, que este exhaustivo y voluminoso tratado sobre la moral está, junto con el famoso Deberes del Corazón (siglo XII) de Bahya ibn Paquda y Masilat Yesharim [El Camino de la Rectitud, siglo XVIII] de Moisés Hayyim Luzatto, dentro de las varias obras más influyentes de ética judía jamás escritas.
Dentro de este inmenso panorama tomaremos informaciones en el libro de Fine sobre un cabalista y su obra. Se trata de Elijah de Vidas y un texto suyo, el Reshit Hokhmah que ha sido uno de los libros más difundidos de la Cábala en general y a través del cual se han transmitido las enseñanzas –sobre todo las ascéticas y místicas– de esta ciudad de Galilea, lo que ha generado que Luria se proyectase hacia el futuro especialmente hacia Alemania y los hasidim, tan importantes para la Cábala actual.218 Sobre éste da Lawrence Fine alguna nota biográfica:
Aunque fue el autor de uno de los libros preeminentes en toda la literatura ética judía, virtualmente, nada es conocido de la vida de Elijah de Vidas (1593). Por su nombre, parece que su familia vino de España, aunque muy probablemente el mismo de Vidas haya nacido en Safed. De Vidas fue un importante discípulo de Moisés Cordovero, a quien se refiere como "mi maestro" a lo largo de su libro. Muy significativamente, la relación de de Vidas con Cordovero es reconocible por su confianza fundamental en las enseñanzas de este sabio, pues el Reshit Hokhmah está bañado del espíritu de Cordovero en el enfoque cabalístico.
Mientras que de Vidas no fue un discípulo formal de Isaac Luria, sí sabemos que conocía a Luria y sus enseñanzas. De Vidas le menciona en cinco lugares en su Reshit Hokhmah, aún, refiriéndose a él como "mi maestro" en una ocasión. En otra instancia, escribe que escuchó una enseñanza particular directamente de Luria. Es más, en la detallada narración según Hayyim Vital, de los ejercicios contemplativos conocidos como yihudim, que Luria enseñaba, éste le proporcionó diez instrucciones personalizadas a de Vidas. En base a esto, parecería que de Vidas fue la única persona a quien sin ser un discípulo formal de ese maestro cabalista se le dieron tales instrucciones. Aunque el Reshit Hokhmah no lleva el sello distintivo de la Cábala Luriánica, entonces, está claro que de Vidas conocía a Luria personalmente y fue atraído a sus enseñanzas.
En la antología que se presenta del Reshit Hokhmah a continuación, condensada por Jacob Poyetto, y que el autor y traductor que seguimos aquí publica y de la cual hemos seleccionado algunos puntos que nos parecen adecuados:
El libro de de Vidas está dividido en cinco "Puertas": "La Puerta del Temor," "La puerta del Amor," "La Puerta del Arrepentimiento," "La Puerta de la Santidad" y "La Puerta de la Humildad." Cada una de éstas tiene en y por sí misma virtualmente la extensión de un libro y está, adicionalmente, dividida en una cantidad de capítulos.
De entre las cinco "Puertas" que nos presenta Elijah de Vidas queremos citar lo que corresponde a la "Puerta de Amor", en unos breves fragmentos de su Reshit Hokhmah y que nos parece sintetiza no sólo el libro sino la atmósfera de lo que fue Safed:
Capítulo I. La esencia del amor consiste en la entrega de nuestra alma y cuerpo para la santificación de Dios. Refiérase a lo que R. Simeón bar Y ohai, que en paz descanse, registró en el Zohar [1, 11b] donde aprenderá que la esencia del amor comprende la incorporación de la divina Misericordia [Hesed] dentro de la severidad del divino Juicio [Din]. Esto es, la frase bíblica "con toda tu alma" que significa rendir tu alma para la santificación del nombre de Dios. Pues cuando el Santo, Bendito Sea Él, ponga a prueba a una persona, bañándola con el Juicio –ya sea ésta un gran hombre o uno ordinario– para que llegue al punto de rendir su alma por su gran amor a Dios, ella deberá hacerlo como lo hicieron Ananías, Misael y Azarías. De esta manera un individuo puede incorporar la Misericordia dentro del Juicio. Igualmente, una persona debe incluir el Juicio dentro de la Misericordia, pues el individuo ama al Santo, Bendito Sea Él, por su Misericordia y las muchas cosas beneficiosas que Él hace por él, las cuales, todas, derivan de la Misericordia.
Capítulo II. Así, esta recompensa de arriba es "contemplar la gracia del Señor" [Sal. 27, 4], como se ha explicado en más detalle anteriormente. Pues cada persona merece recompensa en el futuro en proporción a sus actos terrenales. Si ella merece recompensa solamente en el nivel del alma vital [nefesh], su lugar de descanso será donde las almas vitales residen después de la muerte. Y si merece recompensa en el nivel del espíritu [ruah], gozará del Paraíso. Si merece recompensa en el nivel del alma superior [neshamah], tendrá el privilegio de ascender al reino superior del Paraíso. Aquellos que alcancen el grado del alma superior son llamados amantes de Dios.
Capítulo IV. "Unirse" a Dios consiste en que la persona se junte ella misma con su alma a la Shekhinah y concentre toda su atención en su Unificación, así como en la separación de todas las cáscaras (o envolturas) malignas. Similarmente, una persona debe de remover de su mente todos los pensamientos impuros, así como R. Simeón bar Y ohai, que en paz descanse, explicó. Pues en el momento de la unificación debe contemplativamente unir la Shekhinah sin permitir que ningún pensamiento externo le distraiga. Esto es lo que nuestros Sabios, de memoria bendita, querían decir cuando enseñaban: "No se puede beber de una copa y pensar en otra" [Nedarim 20b]. Esto es también lo que es conocido como un niño nacido de "una mujer que se ha tomado equivocadamente por otra" [Nedarim 20b]. La persona debe concentrarse exclusivamente en la Shekhinah y reconocer que sus pensamientos impuros son distracciones desde afuera que pueden separarlo de Ella. En vez de eso, uno debería unirse a la Shekhinah de la manera apropiada y desnudarla de toda maldad.
Capítulo V y VI. Una persona debe también reflexionar acerca de la preocupación providencial de Dios para con Israel como está demostrado por la participación de su Conocimiento con aquellos que son merecedores de ello. Así, nuestros Sabios enseñaron: "Al ver a los Sabios de Israel uno debería decir: Bendito Sea Él que ha impartido Su sabiduría a aquellos que le Temen" [Ber. 58a]. En Safed, ubicado en la Alta Galilea, ya han aparecido Sabios para quienes era apropiado recitar esta bendición. Eran capaces de practicar la ciencia de la fisionomía y podían informarle a un hombre acerca de todo lo que había hecho –ya fuera bueno o malo. Sin duda, estos individuos no eran merecedores de esta magnífica sabiduría [que es semejante a la posesión del Espíritu Santo] salvo a causa de sus actos virtuosos y santo comportamiento.
Otro tipo de conocimiento de esta misma clase es la Cábala práctica, esto es, la formación de los nombres divinos de Dios que pueden ser permutados en un número de diferentes formas, tales como "cincuentas y dos", "cuarenta y dos" y "setenta y dos" letras-nombres de Dios. Y aún cuando la verdad es que no es apropiado para todo individuo practicar la permutación de los nombres divinos –pues quién es merecedor de usar el cetro del Rey, sino aquel que está cerca del Rey– sin embargo, sabemos con absoluta certeza que una persona que sabe cómo practicar esta ciencia y está cualificada para hacerlo puede originar cosas prodigiosas, como yo lo he atestiguado personalmente y he oído de uno que lo ha hecho.
Capítulo VIII. Un individuo que busca unirse a la Shekhinah debe hacer continuamente algún acto en beneficio de Ella, ya sea este el estudio de la Torah, o algún otro mandamiento, a fin de incitar a las "aguas femeninas" dentro de Ella, pues la Shekhinah no está unida [a Tif’eret] salvo por medio de las almas de los individuos justos. Ahora, en vista de que este amor entre la Shekhinah y Tif’eret depende de lo justo, es importante que ellas se apresuren a unirse a Su amor.
Aún durante el período cuando el Templo todavía estaba de pie, después del cumplimiento del sacrificio, había Israelitas adentro de sus divisiones y Levitas en sus coros cantando, tal cual hubiese continua incitación desde abajo. Cuánto más es así ahora, a causa de nuestras numerosas transgresiones, durante este gran y amargo exilio en el cual la Shekhinah está privada de la incitación de abajo a través de la actividad sacrificial –y está sostenida solo un poco por medio de las acciones de los justos– deben ellas elevarla de Su estado caído. Pues Ella es "el tabernáculo de David que está caído" [Amós 9, 11], que cada día se hunde aún más bajo que el anterior. Todo esto es a causa de nuestras transgresiones, como se dice: "Y por tus transgresiones fue aprisionada tu madre" [Is. 50, 1]. Pues a causa de nuestros pecados Ella cae más abajo, y por medio de nuestras justas acciones Ella se fortalece. Sirve, como un sustento para Ella, así como se dice en el Zohar [III, 40a]. Es ciertamente nuestra responsabilidad hacerlo, en vista de que la Shekhinah solicita de Israel, Sus hijos, que La provean de asistencia. Esto es, que debemos ayudarla por medio de los yihudim que acompañan nuestras oraciones, y nuestro estudio de la Torah, pues estos sirven para sustentarla y sostenerla. Aunque no haya [un perfecto] "matrimonio" intra-divino en nuestro estado de exilio, debemos aún fortificarla a través de actos de unificación que La provean con algún grado de inspiración. En cuanto a esto, el Tiqqunim [146b] enseña: "Pero ciertamente, mientras la Shekhinah permanece en exilio, cada individuo que lleva a cabo un mandamiento a fin de sacarla de allí es considerado como uno que rinde homenaje al Uno Santo, Bendito Sea." Este es el deseo de la Shekhinah, a saber, que nosotros continuamente La unifiquemos por medio de la oración, el cumplimiento de los mandamientos, incluyendo actos de benevolencia y otros preceptos de la Torah…
Nos ocuparemos ahora del más prestigioso cabalista de Safed, Isaac Luria, sobre todo por la repercusión que tuvieron sus enseñanzas posteriormente en Europa. |