LA CÁBALA CRISTIANA FEDERICO GONZALEZ - MIREIA VALLS |
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Francesco Zorzi (cont.) Volvamos a Giulio Busi quien dando un ejemplo explica:
Asimismo:
Tal cual lo han establecido numerosos adeptos y nos lo señala el autor de este digesto que tanto interés despertó en Venecia y posteriormente en Italia y toda Europa, el bagaje de la tradición hebrea pasa nuevamente a conformar nuestra cultura difundiendo el extraordinario legado hermético-cabalístico al punto que la Cábala hebrea ha sido moda en diferentes períodos del Occidente medieval, renacentista y moderno, haciendo la salvedad de que a partir del siglo XV la Cábala deja de ser exclusivamente judía y es incorporada al acervo de gentiles y cristianos, los que priman en su manejo y recta utilización hasta el siglo XX en que surge la investigación histórica del tema encabezada por la extraordinaria figura de G. Scholem y una nube de investigadores judíos que le acompañan y siguen su metodología de corte académico moderno basada en la "asepsia", objetiva y laica, a veces encubridora de la simple ignorancia y engaño "universitario" y filosófico, la moneda corriente en las "academias" de hoy día, donde se disputan las mediocres sobras de un banquete en el que jamás han participado. Otra cosa muy distinta sucedió en ese espacio de tiempo, donde numerosos centros de enseñanza resurgieron o se renovaron al empaparse de esas fuentes griegas y hebreas imbuidas de magia y teúrgia, además de toda la revitalización del saber que se alimentó con nuevas publicaciones de manuscritos traídos de todas partes que se traducían y estimulaban así la redacción de otros tantos tratados. También mencionar el sin fin de expresiones culturales que incluían desde reuniones en las que se conjugaba la música con la danza y la poesía, a todo tipo de juegos y divertimentos, o animaciones teatrales que requerían la ejecución de decorados, vestuarios, joyas, sin olvidar la construcción de los palacios, y sus revestimientos pictóricos, mobiliario, etc., de todo lo cual Venecia fue uno de sus máximos exponentes. Además devino la sede de una de las principales casas editoriales del momento, la de Daniel Bomberg (?-c. 1549-1553), el cual destacó por ser de los primeros editores de libros hebreos. Pronto dejó su Amberes natal y se afincó en Venecia, donde instaló su taller, dada la gran afluencia de marchantes de libros que pasaban por la ciudad. Interesado por la lengua hebrea, y tras estudiarla con Felice da Prato, publicó ediciones del Pentateuco y de la Biblia Hebrea, y se sabe de su gran interés por la Cábala. Es el primero en editar la Biblia rabínica Mikra'ot Gedolot, así como la primera edición completa de los dos Talmuds con la aprobación del Papa León X, y en 1516 obtiene el privilegio de editar en hebreo libros de judíos de diversas disciplinas. Por su casa pasaron los principales personajes que estamos visitando y que nos visitarán en adelante, deviniendo un potente faro para la difusión de la cultura hebrea incluida la Cábala, y su tarea fue secundada por editores de otros lugares, como Plantino, Fine, Oporin, y después de Bry, etc. Aunque sea anticiparnos a ciertos autores, y para hacernos una idea del ambiente que se respiraba en la residencia de Bomberg, citamos del libro Vie et caractère de Guillaume Postel de Weill:176
Pero antes debemos dirigirnos a Roma, donde el esoterismo y el pensamiento hermético, es decir la Sabiduría, llega al colegio cardenalicio, e incluso dos veces netamente al papado en una ciudad donde conviven las artes y las ciencias tradicionales también en las academias, y donde León Battista Alberti177 ocupó un cargo fundamental durante treinta años antes de trasladarse a Florencia. Por lo que a la Academia de Ficino se sumó el colegio cardenalicio como foco de sabiduría y de energía viva, así como también sucedía en Ferrara, Pavía,178 Mantua y en todas las cortes y ciudades italianas, donde prendió tan fuerte lo esotérico cabalístico. Emanuela Kretzulesco-Quaranta nos cuenta en Los Jardines del sueño:179
Desde luego todo el mundo pasa por Roma, principalmente porque muchos cabalistas cristianos y judíos conversos eran sacerdotes católicos y llegaban otros sacerdotes de otras partes del mundo y se facilitaba así el contacto intelectual, la recomendación de libros, la tertulia, el arte, las fiestas y sus refinados modos de manifestarse, donde eran cotidianas las poesías, los epigramas, los mensajes y los pensamientos en los carnés de baile, billetes amorosos, frases apasionadas, o simples galanterías que heredó el romanticismo y la burguesía de los siglos XIX y XX, como los juegos de salón y mesa, el canto, la música, etc. Lo que se entiende por cultura de corte. Situación que crea grandes facilidades para conocer gentes, ideas, libros y participar de todo ello en cualquier medida, lo que es una gracia, derivada de una entidad que se manifestó en una forma espectacular en esa época y generó un ambiente intelectual-espiritual en toda Italia y que se contagió luego a Alemania, Francia y posteriormente a España e Inglaterra, y durante tres siglos y medio fue la cultura dominante en esos países. Referido a Roma y a lo que narra E. Kretzulesco-Quaranta al respecto, que es verdadero, no se contrapone con el hecho de que una generación después reviva el pensamiento esotérico en la figura, nuevamente, de un cardenal de la Iglesia Católica, Egidio de Viterbo que participó directamente en materia de Cábala de la que, como sabemos, era cultor. |
NOTAS | |
176 | Georges Weill y François Secret, Vie et caractère de Guillaume Postel. Archè, Milán, 1987, pág. 39-40. |
177 | León Battista Alberti (Génova 1404-Roma 1472), gran arquitecto y tratadista se sumó a esa labor, pues su amplitud de miras fue muy grande, y de él nos dice E. Garín en su "El filósofo y el mago" de El hombre del Renacimiento. Alianza Editorial, Madrid, 1993, pág. 185-186: "Alberti, tal y como lo muestran claramente sus obras, está bien informado en el plano filosófico, y además afronta en cada plano concreto de investigación problemas teóricos y cuestiones técnicas precisas, ya se trate de la "perspectiva" o de los "juegos matemáticos", ya se ocupe de cuestiones astronómicas o de problemas de óptica. De otra parte, si su interés más fuerte y su investigación más fecunda en el ámbito de las ciencias morales, también abarca desde estructuras arquitectónicas de ciudades y villas hasta el sentido de la vida, su ambición es enciclopédica con miras a una concepción global de la realidad, a una filosofía en suma. La sangrante ironía del Monus en el fondo lo declara abiertamente. Era, se sobreentiende, una aspiración común de los artistas. La pintura –pero no fue diferente en otras artes–, teniendo por objeto el mundo en su totalidad, implica un conocimiento universal y también una filosofía". |
178 | En este sentido, Jacobo Ammannati, cardenal de Pavía, secretario apostólico de Pío II y amigo del Cardenal Bessarion, también participó de ese colegio cardenalicio y fue figura clave para Pavía, así como lo fue igualmente Egidio para Viterbo. |
179 | Emanuela Kretzulesco-Quaranta, Los Jardines del sueño. Ediciones Siruela, Madrid, 1996, pág. 41. |
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