PRESENCIA VIVA DE LA CABALA II
LA CABALA CRISTIANA

FEDERICO GONZALEZ - MIREIA VALLS

CAPITULO V
LA CABALA EN ALEMANIA (y 6)

Kabbala Denudata
Al contrario de lo que ha hecho en otras ocasiones (ver aquí cap. I) Gershom Scholem trata bien a esta obra fundamental en su artículo acerca de C. von Rosenroth en la Encyclopaedia Judaica:

Este libro que sirvió hasta el final del siglo XIX como fuente principal para toda la literatura no judía sobre la Cábala, abre con una "Llave a los Nombres Divinos de la Cábala", un extensivo glosario de simbolismo cabalístico según el Zohar, el Sha'arey Orah, el Pardes Rimmonim, y algunos de los escritos de Isaac Luria. También hizo uso de una obra italiana sobre alquimia y Cábala, Esh ha-Mezaref, cuyo original hebreo no existe más y está preservado sólo en los extractos traducidos por Knorr. Esto fue seguido por traducciones de algunos escritos de Luria, del capítulo acerca del alma en el Pardes Rimmonim de Cordovero, y selecciones de Naphtali Bacharach de su Emek ha-Melekh, una traducción abreviada del Sha'ar ha-Shamayim de Abraham Cohen de Herrera, y una detallada explicación del "Arbol" cabalístico, según las enseñanzas de Luria, siguiendo a Israel Sarug. El "Arbol" en sí (que él poseía de forma manuscrita) lo imprimió separadamente en 16 páginas. A esto fueron agregadas varias disquisiciones por Henry More. La primera parte del segundo volumen abre con una traducción del Mareh Kohen por Issachar Berman b. Naphtali ha Kohen (Amsterdam, 1673), seguido por una traducción de las primeras 25 hojas del Emek ha-Melekh, sobre la doctrina del zimzum y el mundo primordial del chaos (tohu), como "una introducción para una mejor comprensión del Zohar". La segunda parte incluye traducciones de las Idrot del Zohar, del Sifra di-Zeni'uta comentado por Hayyim Vital y extraído de un manuscrito, los capítulos sobre angelología y demonología del Beit Elohim de Abraham Cohen de Herrera, y una traducción del Sefer ha-Gilgulim de un manuscrito "de los escritos de Luria". Este manuscrito incluye precisamente lo que fue publicado en el mismo año, 1684, por David Gruenhaut en Frankfort en el Maine. El volumen cierra con una obra aparte –Adumbratio Kabbalae Christianae– una síntesis de la Cábala Cristiana, y aunque fue publicada anónimamente, el autor fue Van Helmont. Aparte de la traducción de Beit Elohim, todos los textos en la segunda parte del segundo volumen han sido traducidos al inglés o el francés: las Idrot y el Sifra di-Zeni'uta por S. L. M. Mathers (The Kabbalah Unveiled, 1887, 5ª reimpr. 1962), Sefer ha Gilgulim por E. Jégut (París, 1905), y el Adumbratio por Gilly de Givry (París, 1899). La antología de Knorr determinó en gran medida la imagen de la Cábala a los ojos de los historiadores de la filosofía hasta el cierre del siglo XIX. El filósofo Leibniz, impresionado por la publicación de Knorr, le visitó en 1687 y discutió asuntos cabalísticos con él.

Christian von Rosenroth (1636-1689) es el hijo de un pastor protestante que viaja años por Europa y en este tiempo toma contacto con distintas personalidades que se ocupaban de las materias de su interés que es el mismo que el de este estudio. Influenciado por el pensamiento de Böhme, estudió con un rabino en Amsterdam, de nombre Meir Stern. Estaba en estrecha relación con el belga Franz Mercure van Helmont, que como hemos visto escribió Adumbratio Kabbalae Christianae y él publicó como apéndice a su antología.372 Tanto el sabio belga como Henry More, el famoso líder de la escuela platónica de Cambridge,373 colaboraron en la Kabbala Denudata con notas y observaciones.

Rosenroth fue reputado entre muchos cristianos como la más alta autoridad en materia de Cábala y su obra traducida al inglés y al francés entre otras lenguas modernas ha sido fundamental para el contacto de los occidentales no judíos con la Cábala hasta el final del siglo XIX. E incluso en todo el XX.

Kabbala Denudata (1677-84). El despligue de los mundos basado en el Arbol de la Vida.
El despliegue de los mundos toma como modelo
el Arbol de la Vida cabalístico.
Knorr von Rosenroth, Kabbala Denudata. Sulzbach-Frankfurt, 1677-84.

Cumple así este tratado antológico con la triple misión; de primero: difundir la doctrina, segundo: testimoniarla, es decir, participar en ella y tercero ser finalmente el mismo Ser que habla y ve por uno, a través de uno, como si Dios fuese nuestra conciencia. Y todo por intermediación de estos fragmentos teúrgicos que debidamente estudiados y meditados serán una puerta abierta a los cristianos, pitagóricos o paganos (laicos); una intermediación para Occidente patrocinada por Henoch y Elías y bendecida por Hermes, como un pasaporte para ser el propio Verbo, nada menos que encarnar la energía de Metatron.

Por lo que siendo uno (cada quien) lo que conoce, en el hecho de Ser está el Conocimiento que es lo que también procura el fervor del místico, o del religioso que no posee el nivel de lo intelectual. Puesto que lo religioso (emocional) trata a la deidad en sus efectos positivos, afirmativos, mientras la Cábala intenta por lo más alto, lo negativo, el No Ser o Infinito (En Soph).

Desgraciadamente entre los estudiosos hebreos modernos, al igual que entre los cristianos, "lo místico", que es piadoso y por ello emocional, y lo cabalístico están identificados como es el caso de Scholem y seguidores. Y el "santo" ha suplantado al "sabio", es decir se ha invertido el orden jerárquico.

El acercamiento al nivel intelectual va procurando chispas y destellos que se convierten en certezas gracias al trabajo constante sobre el Arbol de la Vida, en su transposición microcósmica y macrocósmica tomada como un rito vital y cotidiano que podemos llevar hasta a la propia respiración y su forma binaria de manifestarse (inspiración y espiración) como manera de acercarse constantemente a la conjunción de opuestos –a los que hay previamente que advertir–, o sea, al equilibrio de una creación perenne a la que en su misteriosa realidad el cabalista intenta sumarse.

Kabbala Denudata (1677-84). El Gran Rostro.
El "Gran Rostro" tal como lo representa Knorr von Rosenroth,
Kabbala Denudata. Sulzbach-Frankfurt, 1677-84.

Tal ha sido el papel que le ha correspondido a esta obra no sólo entre cristianos religiosos, sino entre laicos, filósofos, teósofos, pitagóricos, herméticos y un largo etcétera propio de las distintas modalidades y nombres con que se reviste la Filosofía y la Cosmogonía Perennes para manifestarse en la cinta temporal; lo que da lugar a la idea de una cadena de oro –verdadera Tradición– que une a través de los eones a la misma familia invisible de entidades receptoras-transmisoras, como las funciones duales asignadas a las sefiroth en la creación y, concretamente, a las misiones encomendadas a la "raza" cainita.374

Por lo que bien hizo el filólogo e investigador judío G. Scholem en mudar de parecer con los años, respecto a la Kabbala Denudata y a su autor, aunque no haya logrado vencer nunca sus prejuicios anticristianos referidos a la Cábala Renacentista, que se expresaba en latín, por lo que ya no era la tradición hebrea, propiedad de los judíos. Tampoco pudo vencer su programación científico laica sobre la alquimia y la magia, lo que de ninguna manera descalifica sus valiosísimas labores de investigación y traducción de textos fundamentales sobre la Cábala en hebreo.


NOTAS
372 Adumbratio Kabbalae Christianae ou Syncatabase Hébraïque, Ed. Arché, Milán, 1975. Este personaje es hijo del médico paracelsiano Johann van Helmont; él mismo es médico, alquimista, filósofo y cabalista. Estudió hebreo en Amberes y conoció a fondo la Cábala luriánica. Es en esta ciudad que se pone en contacto con von Rosenroth, colaborando con un apéndice final en la obra que estamos comentando, y que expone como un diálogo entre un filósofo cristiano y un cabalista.
373 Henry More (1614-1687) nace en Grantham y de adolescente es admitido en el Colegio de Cristo de Cambridge. Entregado de pleno al estudio de la filosofía reconoce en el neoplatonismo el filón con el que vincularse a la Filosofía Perenne. Entre sus obras destacan La inmortalidad del alma, Opera Theologica, Opera Philosophica y una colección de Poemas Filosóficos. También tuvo experiencias psíquicas que compartió con otros amigos, lo que no le impidió ser uno de los filósofos más serios y renombrados del Cambridge de su época. Entre su círculo de allegados se encuentra Thomas Burnet, Ralph Cudworth, y sobre todo lady Anne Conway, su corresponsal y amor platónico. Mercurius van Helmont fue quien lo puso en contacto con Knorr von Rosenroth.
374 El "cainita", como los Nefilim (gigantes) corre el peligro de enamorarse de las hijas de los hombres.