Tarot de Marsella. El Sol
XVIIII - EL SOL: Es el centro o corazón de nuestro sistema, alrededor del cual giran los planetas. Los antiguos rindieron culto al sol, no en un sentido idolátrico, como se cree, sino porque veían en él al signo de la luz interna del espíritu, y a la fuente de toda vida en la tierra. Predomina en esta carta el color amarillo, símbolo del brillo y la inteligencia creadora. Representa a un padre del que emanan rayos de varios colores, rectos y flamígeros –luz y calor– cuyas energías alimentan y hacen crecer a sus hijos, figurando también la unión de la familia y la pareja, así como toda clase de uniones, sociedades y fraternidades. En sentido invertido (el soberbio sol de mediodía, su caída y su ocaso) es la vanidad, la falsa apariencia y el engaño de los sentidos. También, como hemos visto, se lo relaciona con el oro, y en general con los metales y la minería.
AL DERECHO   AL REVES
Luz - Vida - Calor
Inteligencia
Arte - Creatividad
Razón - Energía radiante
Unión - Matrimonio - Pareja
Familia - Creación
Fraternidades
Sociedades - Asociaciones
Hermandades - Sociedad civil
  Oscuridad - Desierto - Frialdad
Falta de sentido - Engaño de los
sentidos - Sequía - Tristeza
Falta de espíritu creativo
Racionalismo - Vanidad - Soberbia -
Presunción - Falsa juventud
Decorado brillante

Peleas - Riñas - Enemistad
Falso artista - Falsa apariencia

 
© Federico González 1981: Texto.
© France Cartes B. P. Grimaud 1981: Tarot de Marsella.