La carta
número once del Tarot es llamada
La Fuerza y representa a una mujer que ha domesticado a un león.
Esa bestia amansada por la princesa del cuento, es el mismo asno que
lleva hacia Jerusalén –el centro– al Maestro Jesús.
Se trata del gobierno de los elementos materiales que toman forma de
pasiones; son los primeros viajes que duran varios años, y el
ingreso en los pequeños misterios, simbolizados por el cuadrángulo
en la escuadra de los masones. El compás –el círculo–,
los grandes viajes y misterios, casi no se mencionan, pues: "Si os
he hablado de las cosas de la tierra y no comprendéis, ¿qué sería
si os hablase de las cosas del cielo?".
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