El séptimo día se descansa,
es el día del sol; han cesado nuestros trabajos y fatigas. Este
es un día diferente, podría decirse que es el día
central de la semana, ubicado en un espacio aparte de la sucesión
ordinaria y aburrida. Es el comienzo y el fin del ciclo, que se enrosca
en él como en un eje, haciéndolo especialmente significativo.
Se halla antes y después. Como la luz, que es la manifestación
que llamamos color y su propio origen incoloro. La fiesta es la celebración
de la gracia, la gracia misma actuando en el tiempo.
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