Símbolo azteca
LOS SIMBOLOS PRECOLOMBINOS
Cosmogonía, Teogonía, Cultura
El verdadero Padre Ñamandu, el Primero,
de una pequeña porción de su propia divinidad,
de la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora
hizo que se engendrasen llamas y tenue neblina.
Habiéndose erguido
de la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora,
concibió el origen del lenguaje humano.
De la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora
creó nuestro Padre el fundamento del lenguaje humano
e hizo que formara parte de su propia divinidad.
Antes de existir la tierra,
en medio de las tinieblas primigenias,
antes de tenerse conocimiento de las cosas,
creó aquello que sería el fundamento del lenguaje humano
e hizo el verdadero Primer Padre Ñamandu
que formara parte de su propia divinidad.
Habiendo concebido el origen del futuro lenguaje humano,
de la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora,
concibió el fundamento del amor.
Antes de existir la tierra,
en medio de las tinieblas primigenias,
antes de tenerse conocimiento de las cosas,
y en virtud de su sabiduría creadora,
concibió el origen del amor.
Habiendo creado el fundamento del lenguaje humano,
habiendo creado una pequeña porción de amor,
de la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora
el origen de un solo himno sagrado lo creó en su soledad.
Antes de existir la tierra,
en medio de las tinieblas originarias,
antes de conocerse las cosas,
creó en su soledad el origen de un himno sagrado.

  

La literatura de los guaraníes.- Recopilado y traducido por el antropólogo León Cadogan. Joaquín Mortiz, México, 1965.
 
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EDICIONES
– Editorial Obelisco, Barcelona 1989. 263 págs.
– Editorial Kier, Buenos Aires 2003. 320 págs.
  Ver en Google Books: El Simbolismo Precolombino.
  ISBN: 950-17-1712-7
. ISBN 13: 978-950-17-1712-9.
– Editorial Libros del Innombrable, Zaragoza 2016. 340 págs.
  ISBN: 978-84-92759-82-8.


INDICE CASTELLANO
(hacer clic en los títulos)
Prefacio (y contraportada)
Capítulo      I Introducción a la Simbología Precolombina *
Capítulo     II La Simbología Americana
Capítulo    III Los Símbolos, los Mitos y los Ritos
Capítulo    IV El Centro y el Eje
Capítulo     V El Mundo Precolombino
Capítulo    VI Algunos Errores Filosóficos
Capítulo   VII Ciertas Peculiaridades en la Visión del Mundo de una Sociedad Arcaica
Capítulo VIII La Iniciación
Capítulo     IX El Redescubrimiento de América *
Capítulo      X Cosmogonía y Teogonía
Capítulo     XI El Cosmos y la Deidad *
Capítulo    XII La Dualidad: Energías Ascendentes y Descendentes
Capítulo   XIII Algunos Símbolos Fundamentales
Capítulo   XIV Símbolos Numéricos y Geométricos *
Capítulo    XV El Simbolismo Constructivo
Capítulo    XVI Plantas y Animales Sagrados *
Capítulo  XVII Arte y Cosmogonía
Capítulo XVIII Mitología y Popol Vuh *
Capítulo    XIX Algunos Temas Relacionados con los Calendarios
Capítulo     XX Los Calendarios Mesoamericanos *
Bibliografía *
 * En web "América Indígena".
 

 
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PREFACIO
Apenas comenzó el autor a concebir la idea de un trabajo sobre la simbólica precolombina advirtió que su perspectiva no podría ser comprendida sin antes exponer ciertas ideas (símbolo, mito, rito, sociedad tradicional, etc.), es decir, el marco teórico donde se inscribe su trabajo. En definitiva, que su libro iba a tratar tanto de lo precolombino, su cosmogonía y teogonía, como constituir una introducción a la Simbólica. Una obra de este tipo ha de ser necesariamente sintética (casi un esquema de trabajo) y no se podrá entonces considerar aquí con la riqueza y amplitud que se merecen cada uno de los temas que se tocan, reservándonos esta labor para nuevas oportunidades. Pensamos sin embargo que este trabajo brinda la posibilidad de comprender en esencia a las antiguas culturas americanas, –y a las 'primitivas', arcaicas y tradicionales en general– y ser un punto de nucleamiento de nuevas investigaciones y labores para los que se interesan en el símbolo y las culturas precolombinas. Esto es así para el autor, por qué no decirlo, puesto que el estudio de los símbolos tradicionales americanos coadyuvó en él a su conocimiento de símbolos universales y porque el conocimiento de estos universales le hizo comprender ciertas ideas acerca del pensamiento y la cosmogonía de los precolombinos. Este estudio está dirigido al lector no especializado –aunque tal vez pudieran sacar de él algún provecho los expertos– y como ya dijimos es tanto para el que desea interiorizarse en la Vía Simbólica y su funcionamiento como para el que posee afición e intriga por las culturas precolombinas o arcaicas. 

Quiere dejarse aquí sentado el profundo agradecimiento a los esforzados cronistas, comentaristas e investigadores de todos los tiempos, extranjeros y americanos, gracias a los cuales se ha podido escribir este libro –que pretende ser en su medida un homenaje al pensamiento indígena– y cuya obra se cita en el texto y la bibliografía. 

Por último quiere indicarse que el autor cree en la capacidad actuante del símbolo, en su virtud transformadora, a la par que sostiene que los símbolos están hoy presentes, tan sólo esperando ser vivificados.

 
CONTRAPORTADA
El redescubrimiento de América a quinientos años del viaje del Almirante Colón
U na obra sintética y fundamental que tanto habla de lo precolombino, su cosmogonía y teogonía, como constituye una introducción a la Simbología. Federico González nos brinda la posibilidad de comprender en esencia a las antiguas culturas americanas, así como a las "primitivas", arcaicas y tradicionales en general. La sacralidad simbólica de la naturaleza (piedras, árboles, animales, astros), los mitos, la arquitectura del templo y la ciudad, los calendarios, la agricultura, el maíz (como en otros lugares el trigo), las artesanías, los juegos y el arte de la guerra, la música y los cantos, las pinturas, el tatuaje y las danzas, sacrificios y festividades, conforman para el hombre tradicional –en particular aquí el americano– su experiencia cotidiana de lo sagrado, su conocimiento de la cosmogonía que se le revela mediante los símbolos, los mitos y los ritos, y a la cual él conoce y recrea por su intermedio, por mucho que puedan sorprendernos las extraordinarias formas una cultura que, como toda aquella que está viva, reconoce a la deidad –y a la vida– como un perpetuo asombro. Pues es lo sagrado lo que conforma su propia expresión –la del mundo y la de nosotros mismos– y no al contrario, según la programación que nos ha sido impuesta.